4. ¿Cómo se puede mejorar nuestro actual sistema educativo?

Esta es la pregunta que seguramente se llevó a cabo en el Consejo de Ministros en 2010 donde se determinaron cuales eran las deficiencias del sistema educativo español y posibles soluciones. Estas propuestas de mejoras se conocen como los Objetivos de la Educación para la década 2010-2020 que recoge una serie de doce objetivos y medidas para cumplirlos con el fin de mejorar las imperfecciones que el sistema educativo presentaba en ese momento.

En clase hemos estado analizando por grupos los diferentes objetivos con la intención de poder aportar propuestas concretas para conseguir cada una de las finalidades expuestas en el documento. En mi caso, hemos estado reflexionando acerca del objetivo 12 que busca una educación inclusiva con diversidad e interculturalidad y el derecho a las diferencias sin diferencia de derechos.

En una sociedad que cuenta con ciudadanos con diferentes procedencias, culturas y religiones es obvio que esta diversidad se va a ver reflejada en las aulas. Si queremos que todos los alumnos se sientan escuchados, identificados y comprendidos es necesario que todos los estudiantes y profesores sean conscientes de estas diferencias y las consideren un punto positivo que puede influenciar positivamente al resto. Con este fin, es posible plantear jornadas en los centros educativos donde los alumnos puedan exponer y ver representada su cultura, su religión o su país de origen. A su vez, los propios profesores pueden participar de estas jornadas para conocer esta diversidad e incluso aportar sus propias diferencias. Esta posibilidad puede ser ampliamente beneficioso para alumnos con los que también compartan esas características ya que se verán identificados.

Una segunda propuesta que busca minimizar la desinformación e ignorancia acerca de patologías físicas que impiden movilidad y de patologías psicológicas es el desarrollo de talleres. Durante estos talleres se busca generar empatía por parte de los alumnos con el fin de conseguir un mejor ambiente en el aula y en el centro. La idea es llevar a cabo distintas actividades donde los estudiantes puedan conocer más a fondo estas condiciones e, incluso, desarrollar ejercicios donde tengan que ponerse en la piel de su compañero o compañera para valorar las dificultades a las que se enfrentan día a día.

Por último, es indispensable no olvidar las características individuales de cada alumno que conforma la clase. Cada estudiante tiene una serie de particularidades que deberían ser contempladas por el docente para poder adaptar la clase. Sin embargo, tal y como se presenta el sistema educativo actual es imposible que los profesores puedan atender a los distintos ritmos de cada estudiante. De esta forma, la tercera propuesta sugiere un programa que permita subdividir cada curso en pequeños grupos donde se juntarán a los alumnos en base a su nivel, lo que permitirá que el profesor podrá adecuar el ritmo de la docencia a lo que ese grupo necesita. Además, con el propósito de incentivar la motivación y adaptarse a las posibles subidas o bajadas de nivel de los estudiantes, se permite que los profesores propongan cambios de grupo cuando se considere necesario.

Con estas sugerencias se busca que la docencia se aproveche lo máximo posible y que el ambiente en los centros sea eficiente y sano. Si estos objetivos se cumplen, se podría conseguir mejorar la educación, que es uno de los principales fines de la Comisión Europea como bien publicó en la comunicación de 2020 donde se buscaban estrategias para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador.

¿Os parecen propuestas eficaces y posibles?

See you soon!